"Espero que algún día, alguna hora, o incluso algunos minutos, hayas sido feliz conmigo."
Hay cosas, que te da por leerlas, y parece como si un puñal atravesara tu corazón.
"Por todo eso y lo demás, te quiero, eres lo mejor que me ha pasado jamás. Todo. Siempre. Tú y yo."
Luego hay otras, que las ves y automáticamente se dibuja una sonrisa tonta en tu cara, además de no poder evitar soltar alguna que otra lagrimilla.
Sigo siendo la misma cabezota que era hace años, lo confieso. Aquella que no era capaz de ver lo que realmente valía la pena. Aquella que a pesar de haberse llevado infinidad de palos de multitud de personas, sigue tropezando en los mismos sitios. Aquella que intentaba entregarle a las personas importantes lo mejor, y sin embargo, no llegaba a intento siquiera.
Me acostaba con el mismo temor a diario. Tenía miedo a regresar ahí.
Ya no lloro por tristeza, lloro por miedo, de impotencia. Intento gritarle al mundo y nadie me escucha.
Me temía yo que algún día tendría que repetir tu frase... Y fuera todo al revés.
In state of denial.
0 comentarios: